Puede decirse que…

 

Puede decirse que…

Una lluvia de cristal ha recorrido mi rostro,

Que…He sido feliz  pesar de todo.

Al ver pasar la muerte por esos ojos,

Y llevarse tan rápidamente la luz que había en ellos.

El alma duele,

El pensar que desperdicias la vida deseando algo,

Lo tienen y lo pierdes terriblemente.

El alma, se paraliza. La sonrisa, se anula.

Por un momento, la lluvia de cristal se detiene

a la par del tiempo, el mundo tenso,

Y la luz que esos ojos tenían, esa luz de alegría,

se apaga lenta y dolorosamente y se cierran,

El mundo no reacciona, su corazón…tampoco.

No entiendes, corres detrás de la vida que perdiste, te detienes.

La lluvia comienza, el tiempo se acelera y no para, ni lo hará.

 Duele ver, como la vida apaga el rojo intenso

de esos labios que con tantas ansias deseaste,

te tocan,

te paralizan,

te estremecen

desde las puntas de los pies,

te hacen sentir algo

que ni el primer rose con otros labios te habían echo sentir,

te estremecen hasta lo cabellos.

Has perdido la batalla, pero el tiempo sigue,

La lluvia cristalina por tu rostro se detiene lentamente.

Por un momento, puede decirse que…

La penumbra y la tristeza han invadido el corazón.

Has llorado. Pensado de porque la vida no te lleva ahora a ti.

Sufre. Pero de un modo errante, hoy sientes alegría,

En el alma, un regocijo. Pero…das crédito,

De que la realidad no es real Y la ficción no existe siquiera.

¡¡¡Tu mente explota!!!

Odio.

Esa luz, la cual era la de TU camino,

Se ha apagado y vas por ahora por un camino de penumbras

Buscando otra, que sea por lo menos la mitad de la que esa era.

Los ojos se nublan, caes,

La espalda se vence, lloras,

¿la razón? No existe, o tal vez si, pero te dolería saberla

En sueños recuerdas la pasión que eso beso te han hecho sentir.

La vida te ha quitado la vida, ¿es horrible, no?

Sentir que tienes un alma triste, y tal vez más dura que una piedra.

Tus oídos sordos,

Tus ojos ciegos,

Tus labios mudos,

Tus dedos tiesos,

Tu alma triste

Tu vida se apaga…se te va, se te escapa,

¿duele? No, fue casi de improvisto.

Soy un muerto que hace mucho a muerto

Pero igual mis pies caminan.

Mi corazón late, pero de hace tiempo no siente.

Tus ojos brillan, pero esta vez de tristeza.

Puede decirse que…en un tiempo remoto, yo eh sentido que he vivido.

Pero el punto que hoy escribo, tal ve ponga fin al final feliz.

Hoy, para mí, la vida no existe.

Y la triste ironía que hoy escribo,

Es que a pesar del dolor que me causo…yo lo amaba.

Pero es tarde y el sol ya bajó.

Ailen Cabrera.